El hospital Simón Bolívar implementa una nueva
tecnología para la cirugía maxilofacial, con la cual se mejora el proceso respiratorio
de pacientes con malformaciones óseas, beneficiando su calidad de vida.
Este es
el caso de Bryan*, un niño de dos años que presentaba una anomalía congénita
conocida como el síndrome de Pierre Robin, y de Carlos Hernán, de veinticinco
años, con antecedente de labio paladar fisurado, quienes fueron parte del innovador
procedimiento que aplica planeación en tercera dimensión.
La planeación quirúrgica realizada a través de esta tecnología, permite tener una
réplica 3D a escala del cráneo que facilita trazar el proceso quirúrgico, modelando
los aditamentos según el hueso de los pacientes, y permitiendo la disminución de
los tiempos de la operación, así como las posibles complicaciones y riesgos, todo
esto en beneficio de un proceso de recuperación más exitoso.
En el caso Bryan, la anomalía presentada se caracteriza por desarrollar la
mandíbula más pequeña de lo normal, causándole dificultad para respirar y
presentado apneas cuando se encontraba completamente acostado.
El equipo de
médicos de la Subred Norte, decidió practicarle el innovador tratamiento conocido
como distracción ontogénica, el cual ya cuenta con la implementación de esta
tecnología.
‘‘El proceso de planeación quirúrgico 3D guiado por computador es altamente
efectivo, nos permite tener bio-modelos a escala real del paciente permitiéndonos
evaluar riesgos y disminuyendo tiempos en el quirófano”, explicó la doctora Carolina
Gamboa, cirujana maxilofacial de la Subred Norte.
Por su parte, Carlos Hernán presentaba alteraciones estéticas, en el habla y en el
proceso de alimentación, generadas por su condición de labio paladar fisurado, al
igual que Bryan, fue elegido para el mismo procedimiento.
La distracción osteogénica es un procedimiento en el cual se logra el alargamiento
óseo a través de cortes quirúrgicos específicos y aditamentos colocados en el
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hueso. Esto genera el crecimiento de un hueso nuevo completamente sano entre
los segmentos previamente separados.
‘‘En el hospital Simón Bolívar ya hemos tratado alrededor de siete u ocho casos en
más o menos dieciséis años, no es muy común, pero si se producen’’ comentó el
doctor Diego Barreto, coordinador de cirugía maxilofacial.
La aplicación de este procedimiento no es necesaria para todos los pacientes que
presentan condiciones similares, se reserva para aquellos que cuentan con diversas
alteraciones muy severas en el hueso del maxilar, evitando a través de este
tratamiento la disminución de la circulación y separaciones entre los huesos.
Culminado la recuperación, la calidad de vida de los dos pacientes fue
completamente optimizada. En el caso de Bryan, se generó un mejor proceso de
masticación y de respiración, también su estructura ósea facial.
En
cuanto a Carlos, se espera una mejoría tanto en su proceso de alimentación, como
estéticamente y en el habla, fortaleciendo sus habilidades personales e
interacciones sociales.
*El nombre del paciente se cambio para proteger la privacidad de su historia clínica.