Brayan Olaya es un paciente de 22 años que nació con
una condición conocida como Anotia, la cual implica la ausencia de una de sus orejas.
Tras
haberse sometido alrededor de 7 procedimientos desde su infancia, al culminar su
tratamiento el joven no se encontraba satisfecho con la apariencia de su rostro así que
decidió recurrir a una prótesis.
“Después de varias cirugías los doctores me dijeron que eso era todo, yo me sentía mal y
les dije que no me veía la oreja, me sentía extraño, entonces la doctora me sugirió una
prótesis e iniciamos el proceso”, asegura Brayan.
El procedimiento empleado se conoce como Epiplating, consiste en instalar un sistema de
placas óseas fijadas con tornillos al cráneo y posteriormente se ancla la prótesis de la oreja
a través de pequeñas barras al sistema de placas.
“Estas prótesis se asemejan mucho a la realidad. Hay prótesis que tienen venas y vasos,
hay unas que se les pueden poner aretes o piercings, y quedan totalmente realistas, pues
se toma en cuenta el lado contralateral del rostro del paciente, por decir el mismo color de
ojos, las pestañas, la curvatura de las orejas”, comentó el doctor Diego Barreto, Cirujano
Maxilofacial de la Subred Norte.
El objetivo de este procedimiento es mejorar la calidad de vida del paciente que debido a
un trauma, patologías o enfermedades congénitas pierde una parte del rostro. Las prótesis
permiten potenciar la parte psicológica, física y social de una persona, ya que así como se
implementa en la oreja, se puede aplicar este método en prótesis de nariz, ósea y ocular.
El servicio de cirugía maxilofacial emplea técnicas para aplicar implantes con tecnología
3D, durante el procedimiento de diseño de prótesis se realiza una impresión del cráneo del
paciente bajo la tecnología de tercera dimensión, y en ese cráneo se aplica la prótesis que
posteriormente será traspasada al paciente.
En el año 2019, se practicó la técnica de Epiplating en un paciente con el síndrome de
Treacher Collins que consiste en malformaciones craneofaciales tales como ausencia del
hueso, en este caso en la frente del paciente. El tratamiento consistió en un aumento de
volumen a través de prótesis óseas empleando una técnica de intervención simultanea de
cara y cráneo que fue la primera en Colombia y la tercera a nivel mundial.
Actualmente, Brayan se encuentra en el proceso para cambio de su primera prótesis que
tuvo una vida útil de tres años y que fue posible gracias a la donación de los tornillos por
parte de una casa de donación y un equipo médico que ante la inconformidad manifestada
por el paciente lo animaron a que se realizara el implante.
‘‘Ya no tengo que esconderme debajo de una gorra o una capucha, mi prótesis se ve
completamente normal y estoy muy feliz con ella”, expresó Brayan.