Es un proceso integral, dinámico y participativo liderado por la autoridad sanitaria, que articula políticas, planes y acciones de salud pública entre actores del sistema de salud, otros sectores del gobierno, organizaciones sociales, privadas y comunidades. Su propósito es mejorar los resultados en salud mediante la coordinación de respuestas sectoriales, intersectoriales y comunitarias. Fortalece la rectoría en salud y promueve la gobernanza, buscando que las acciones individuales y colectivas estén centradas en las personas y sus entornos, para promover la salud, prevenir riesgos y avanzar hacia metas comunes en salud pública. (MPSPS, 2015)
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