Entre marzo de
2017 y abril de 2018, la Subred Norte atendió a 800 personas de diferentes
pueblos étnicos ancestrales, a través de acciones para la promoción de hábitos
de vida saludable y de la identificación de riesgos en salud, llegando así a
más de 100 familias afrodescendientes, 50 muiscas y 50 de la comunidad Kichwa.
Los equipos de
Etnias de Gobernanza de la entidad, conformados por enfermeros, sabedores,
gestores, parteras y técnicos ambientales que pertenecen a las mismas comunidades,
abordaron las localidades de Suba, donde residen un grupo afro y un cabildo Muisca,
y de Engativá, en la que tienen asiento un grupo afro y un cabildo Kichwa.
A partir de la
medicina ancestral se promovió la educación frente a enfermedades crónicas, el
manejo de la diabetes y la hipertensión, la nutrición y las valoraciones de
condiciones en salud.
Las
intervenciones para el desarrollo integral de niños y adolescentes se enfocaron
en detectar los signos de alerta de enfermedades, educar sobre alimentación
saludable, teniendo en cuenta los usos y costumbres de los colectivos, y en el
seguimiento permanente al crecimiento y desarrollo de los menores.
También les enseñaron derechos sexuales y reproductivos, como la dignidad e igualdad, la prevención cáncer de cuello uterino, la
planificación familiar natural. Asimismo, todo lo relacionado con la violencia
de género y los proyectos de vida.
“Estas
mediaciones, que buscan contribuir a la salud y bienestar de las minorías,
hacen parte de la implementación de la Política Pública para los Pueblos
Étnicos y, a su vez, del Plan de Intervenciones Colectivas, una estrategia de
alto impacto para modificar estilos, modos y condiciones de vida en diferentes
espacios, en este caso el Espacio Vivienda”, aseguró Javier Garibello,
referente de Etnias de Gobernanza de la Subred Norte.
Cabe resaltar
que el enfoque diferencial de las intervenciones se basa en el respeto por la
cosmovisión de cada cultura, lo que ha permitido un intercambio de dones,
saberes y favores, con los que los médicos ancestrales continúan aplicando sus
conocimientos de manera permanente en sus comunidades, y tienen un
acompañamiento para acceder a los servicios de salud de las unidades de
atención de la institución cuando lo requieran.