La Secretaría Distrital de Salud de Bogotá y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para la Región Andina y el Cono Sur suscribieron un convenio de cooperación internacional orientado a la formulación de una nueva política pública de sustancias psicoactivas, de carácter intersectorial, participativo y que promueva la salud pública y la convivencia ciudadana.
Esta alianza se enfoca en actualizar el marco de acción de Bogotá frente al fenómeno de las sustancias psicoactivas, reemplazando la política vigente desde el 2011 por un instrumento acorde a las necesidades y retos actuales, con proyección a 10 años.
El proceso de formulación se estructura siguiendo los lineamientos del CONPES D.C. que plantea cuatro fases: la primera de preparación y alistamiento en donde se organizan los equipos técnicos, las metodologías e instrumentos necesarios para la participación ciudadana.
La segunda fase de consulta participativa involucrará de manera directa a 11.000 personas a través de encuestas, mesas de trabajo, entrevistas, foros comunitarios y grupos focales para identificar el problema público, los puntos críticos y las alternativas de solución.
El tercer momento consiste en la formulación técnica en donde se define el marco conceptual, la gobernanza, los ejes estratégicos, el plan de acción, así como los mecanismos de evaluación y participación de la política. Finalmente, la cuarta fase contempla la aprobación y la socialización de la política.
La construcción de la política estará liderada por la Secretaría Distrital de Salud en coordinación con el Consejo Distrital de Estupefacientes y los sectores de Seguridad, Integración Social, Gobierno, Planeación y Educación. Se garantizará la participación ciudadana, mediante metodologías presenciales y virtuales en los niveles distrital y local, convocando a la sociedad civil, la academia, la institucionalidad y las comunidades más afectadas por el problema del consumo y tráfico de sustancias psicoactivas.
“La política pública no solo busca responder al consumo de sustancias psicoactivas, sino transformar estructuralmente las condiciones que lo generan. Con el apoyo de UNODC y la voz de la ciudadanía, construiremos una respuesta coherente, técnica y con sentido territorial”, afirmó Julián Fernández, subsecretario de Salud Pública. Por su parte Olivier Inizan, Representante Regional de UNODC señaló: “Con esta articulación, Bogotá da un paso decisivo hacia la construcción de una política de sustancias psicoactivas moderna, sostenible y legítima, que reconozca la complejidad del fenómeno y promueva respuestas innovadoras, colaborativas y centradas en el bienestar de las personas”.